Realizar una rutina facial es un proceso clave para la salud de la piel. Aquí te contamos cómo hacer dos tipos de rutina y no abandonar en el intento.
Cuando hablamos de rutina facial, suele haber resistencia a ellas por varios mitos. Algunos de ellos es que toma mucho tiempo para realizarlas, o que suelen ser muy costosas por los productos que se utilizan, y hasta se piensa que solo se pueden hacer por profesionales de la cosmética.
Todos esos postulados son, como hemos dicho, mitos. Incorporar una rutina facial no requiere exclusivamente de un conocimiento profesional sino de productos de buena calidad y ganas de querer hacerlas.
Las rutinas faciales pueden realizarse diariamente, tanto al principio del día como al final de cada jornada, limpiando la piel y preparándola para el día siguiente. También se pueden hacer semanalmente con una limpieza más profunda. La clave para que las rutinas tengan éxito es que se realicen en el mejor momento de cada uno, de acuerdo a los hábitos de cada persona y mantener cierta constancia.
Ahora bien, cabe mencionar los beneficios de realizarse una rutina facial: La importancia de ella radica en la limpieza, ya que ayudan a remover las células muertas dando lugar a las nuevas. Este proceso facilita a que la piel se limpie, respire y no se obstruyan los poros. Luego se completa el proceso nutriendo la piel y esto hará que esté saludable, fuerte y que te sientas bien a diario.
Rutinas Bioterra
Te proponemos dos tipos de rutinas utilizando elementos de la cosmética natural para mantener la piel del rostro limpia, nutrida y saludable.
Rutina diaria simple
Jabón
Primero: limpiá tu rostro y cuello con Jabón de Arcilla Verde, Sándalo y Lavanda. Este jabón actúa limpiando y renovando suavemente la piel por las características exfoliantes de la arcilla verde. Por su parte, los aceites de sándalo y lavanda son antisépticos y aportan un aroma delicioso.
Tónico
Segundo: Luego de la limpieza, dejá el rostro ligeramente húmedo y aplicá el Tónico facial de Rosa Búlgara y Agua de Azahar que cumple la función de hidratar, calmar y suavizar la piel. Algo para destacar es que este tónico está recomendado para todo tipo de pieles, incluso para las más sensibles o con rosácea. Por supuesto que no contiene alcohol ni ningún elemento que irrite la piel.
Aceite
Por último, sobre la piel ligeramente húmeda, aplicá unas gotas de cualquier aceite vegetal para nutrir la piel luego de la limpieza. Si utilizás los aceites vegetales de Bioterra, podés elegir el aceite que mejor vaya con tu tipo de piel, como almendras, caléndula, rosa mosqueta, jojoba, argán o palta.
Rutina semanal completa
Jabón
Primero: procedés a limpiar tu rostro y cuello con nuestro Jabón de caléndula, melisa y manzanilla que aportan además de limpieza, una sensación calmante gracias a la melisa y la manzanilla.
Mascarilla
Ahora es momento de limpiar más profundamente la piel, con la ayuda de una mascarilla facial que es muy sencilla de hacer. Podés optar por la mascarilla de arcilla caolín que es suavemente exfoliante o por la mascarilla de arcilla patagónica verde, que es regeneradora y nutritiva de la piel.
Cualquiera de las dos mascarillas se preparan muy fácilmente: se coloca 1 cucharada sopera de arcilla en un recipiente que NO sea metálico.
Luego se agrega la misma cantidad de agua y se mezcla hasta obtener una pasta homogénea. Se extiende con los dedos o un pincel sobre el rostro y cuello limpios y ligeramente húmedos. No aplicar en párpados, contorno de ojos y mucosas.
Debés dejar actuar de 5 a 7 minutos y retirar con agua levemente tibia con las manos o con esponja o paño de algodón.
Tónico
Luego, con la piel ligeramente húmeda aplicás el Tónico de Rosa Búlgara y Agua de azahar que va a calmar y suavizar la piel tras la mascarilla. No enjuagues la piel y deja que actúe por unos minutos.
Karité
Para terminar el proceso, aplicá también con la piel húmeda, el Bálsamo karité que nutre profundamente y calma la piel, dejándola super suave y saludable gracias a que contiene manteca de karité, lavanda, ylang ylang y aceite de almendras.
Algo para agregar es que la hidratación, que es tan importante para nuestra piel, ocurre desde adentro hacia afuera. Por ende debemos mantener una buena hidratación bebiendo agua, mientras que mantener una buena salud de la piel, hará que esa agua no se pierda fácilmente.
Como conclusión, es importante mantener la piel saludable, ya que es uno de los órganos mas importantes de protección de nuestro cuerpo. Mantenerla limpia, humectada y nutrida ayuda a nuestra salud en general y a vernos más sanos (y por ende, más contentos).
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